Las pruebas serológicas revelan si una persona ya tuvo COVID-19, aunque no haya presentado problemas de salud o síntomas, al detectar que generó anticuerpos protectores contra esta enfermedad. La presencia del anticuerpo IgG, que aparece en una persona aproximadamente a los catorce días, indica que la persona ya presenta protección contra el COVID-19. Esto no quiere decir que sea totalmente inmune a la enfermedad o que no pueda volver a enfermarse, pero es muy importante saberlo para aplicar estrategias de control.